Prueba
microbiológica que se realiza para determinar la sensibilidad de cierta colonia
bacteriana a uno o varios antibióticos. Estos medicamentos pueden ser de amplio
o reducido espectro; los primeros exterminan o controlan el crecimiento de varios
tipos de bacterias, en tanto que los segundos matan a 1 ó 2 clases de dichos
microbios, siendo su potencia mayor
Cual es el objetivo del Antibiograma
El
primer objetivo del antibiograma es el de medir la sensibilidad de una cepa
bacteriana que se sospecha es la responsable de una infección a uno o varios
antibióticos. En efecto, la sensibilidad es uno de los requisitos previos para
la eficacia en vivo de un tratamiento antibiótico. El antibiograma sirve, en
primer lugar, para orientar las decisiones terapéuticas individuales.
El
segundo objetivo del antibiograma es el de seguir la evolución de las
resistencias bacterianas. Gracias a este seguimiento epidemiológico, a escala
de un servicio, un centro de atención médica, una región o un país, es como puede
adaptarse la antibioterapia empírica, revisarse regularmente los espectros
clínicos de los antibióticos y adoptarse ciertas decisiones sanitarias, como el
establecimiento de programas de prevención en los hospitales.
Para qué sirve
Ante
diversas infecciones no siempre es posible predecir la susceptibilidad de las
bacterias a los antimicrobianos; por ello, se considera necesario el estudio de
la sensibilidad de los gérmenes a dichos medicamentos. Lo anterior permite al
médico elegir el fármaco adecuado, es decir, el que resulta más activo contra
el microorganismo, menos tóxico para el paciente y que proporcione mayor
posibilidad de curación.
Una
vez realizado el estudio, arroja la siguiente información:
·
Grado
de sensibilidad de la colonia bacteriana hacia un antibiótico específico o
varios. Este es el primer objetivo, pues la medición de la susceptibilidad de
la cepa bacteriana orienta al médico sobre las opciones terapéuticas
disponibles.
·
Analizar
la evolución de las resistencias bacterianas. Gracias a este seguimiento
epidemiológico (sobre la distribución y frecuencia con que determinados
microorganismos se presentan en una comunidad) es posible adaptar las dosis de
antibióticos, revisar los espectros clínicos de los mismos y adoptar ciertas
decisiones sanitarias, como establecimiento de programas de prevención en
hospitales.
La
información descrita permite que el efecto del medicamento sobre la colonia
bacteriana se clasifique en resistente (R), intermedio (I) y sensible (S). En
el ámbito clínico, el estudio sobre la bacteria causante de la infección y el
antibiograma es entregado al médico responsable del paciente.
En qué consiste
En
una caja de Petri (recipiente redondo de cristal o plástico provisto de
cubierta con la misma forma) se coloca la colonia de bacterias por toda su
superficie para que se desarrolle en forma homogénea. Posteriormente, se
agregan pequeñas cápsulas que contienen antibiótico, las cuales están provistas
de letras que indican el nombre del medicamento y números que señalan su concentración.
Las
placas se incuban durante aproximadamente 48 horas (el tiempo puede variar
dependiendo de la especie de bacteria a estudiar), a 37º C (Celsius o
centígrados) y en posición invertida. Transcurrido este tiempo se observa el
cultivo: los microorganismos habrán crecido por toda la superficie, excepto en
las zonas impregnadas con el antibiótico al que son sensibles.
Cual
debe de ser el resultado
Tras
la incubación, toda la superficie de la caja de Petri estará llena de colonias
de bacterias, y alrededor de cada cápsula provista con el antibiótico aparecerá
o no un halo de inhibición en el crecimiento de los microorganismos, lo que
dependerá de la sensibilidad o resistencia de los gérmenes a los distintos
medicamentos.
El
tamaño de la zona donde se inhibió la reproducción de dichos microbios ayuda a
determinar su grado de susceptibilidad, de tal manera que para cierto
antibiótico, una cepa bacteriana puede ser:
·
Sensible. Cuando
existe buena probabilidad de éxito terapéutico en el caso de tratamiento a la
dosis normal.
·
Resistente. Si
la probabilidad de curación es nula o muy reducida.
·
Intermedia. Cuando
el éxito terapéutico es imprevisible. Es posible lograr efecto curativo
adecuado en ciertas condiciones, por ejemplo, ante dosis concentradas.
Es
importante tener presente que los resultados del estudio deben ser
interpretados en forma correcta por el médico tratante, quien prescribirá el
tratamiento más adecuado para cada paciente.
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